domingo, 19 de junio de 2011

Comunicación y comprensión

"Mi padre no me entiende, nada más que me reprocha mi mala conducta y no se mete en mi lugar" me comentó un amigo ayer por la tarde. Con su padre no tiene una conversación normal. El día a día consiste en que cada uno vaya a su lugar y que la conversación más interesante sea sobre una noticia del día. Aunque parezca importante, siempre acaba en discusión porque su padre no se pone en lugar de su hijo y además no piensa que haya otro tipo de ideologías. "Estos niñatos de hoy en día nada más que piensan en salir por la noche y en drogarse". No importa lo que realmente haga su hijo porque este siempre sale. No importa que vaya bien en los estudios o que este superando distintos trastornos emocionales de cualquier calibre.
El verdadero problema están en ellos porque no viven cómodamente. Se sienten frustrados con una vida desagradable. Sus hijos son cargas y no comprenden que necesitan una conversación y que ellos son sus primeros educadores y los más importantes. Después de ese comportamiento, a lo largo de años, los hijos buscan aprender en el exterior porque no tienen ayuda interna.

La comunicación en todos sus sentidos es muy importante en nuestras vidas desde que nacemos por parte de nuestros padres. Además va relacionada intrínsecamente con la comprensión. Comunicación y compresión es la base de nuestra vida familiar sana.

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