sábado, 11 de junio de 2011
Ligar en una discoteca
Me encontré con un amigo y me dijo que si quería ir con él a ligar. Mi reacción fu e de rechazó pero le seguí la corriente. Mi intención era saber su necesidad y su forma de ligar. continué conversando con el para saber más. Su plan era bien sencillo y común entre los chicos. Quería ir a una discoteca para encontrarse a una mujer ebria que fuera fácil de ligar. Se entusiasmaba contando su futura caza. Es cómo un documental de animales: la hembra espera mientras los machos se pelean por ella.
Tratándose de humanos no es exactamente igual. El chico primero toma la poción mágica y se transforma en un ser sociable y sin vergüenza para hablar sin tapujos. Visualiza y capta las posibles víctimas. Las chicas están vestidas, pintadas y perfumadas de modo que los machos se emocionan de la belleza que observan.
Fuimos y cuando se tomó diez copas hizo una visión general y capturó cuatro posibles candidatas para su magistral noche. Se acercó a al primera y le invitó a una copa que ella rechazó y se marchó mirándolo con cara de enfadada. A la segunda le piropeó sin resultado positivo pues se largó. La tercera estaba bailando de un modo muy sexy y le le cogió la cintura. Esa fue su gran noche pues pudo follar con ella. En cambio yo sólo bebí dos copas y me marché pues se fue con la chica. Cogí el coche y me marché a casa.
La idea de ligar en una discoteca no me apasionaba pues es inmaterial y superficial. Sin conversación, solo vista y si hay algún estupefaciente de por medio, mejor.
Tratándose de humanos no es exactamente igual. El chico primero toma la poción mágica y se transforma en un ser sociable y sin vergüenza para hablar sin tapujos. Visualiza y capta las posibles víctimas. Las chicas están vestidas, pintadas y perfumadas de modo que los machos se emocionan de la belleza que observan.
Fuimos y cuando se tomó diez copas hizo una visión general y capturó cuatro posibles candidatas para su magistral noche. Se acercó a al primera y le invitó a una copa que ella rechazó y se marchó mirándolo con cara de enfadada. A la segunda le piropeó sin resultado positivo pues se largó. La tercera estaba bailando de un modo muy sexy y le le cogió la cintura. Esa fue su gran noche pues pudo follar con ella. En cambio yo sólo bebí dos copas y me marché pues se fue con la chica. Cogí el coche y me marché a casa.
La idea de ligar en una discoteca no me apasionaba pues es inmaterial y superficial. Sin conversación, solo vista y si hay algún estupefaciente de por medio, mejor.
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